martes, 27 de diciembre de 2011

"NI EL ÑAME ES COMIDA, NI EL VALLENATO ES MÚSICA Y NI EL COSTEÑO ES GENTE"



En un acto de absoluta soberbia, y quizás también en un absoluto despropósito conceptual, peligroso, grosero, e iracundo, un hijo de la más nobles familias, de aquellos que seguramente formaron a su modo la casta, la originaria, sublime y necia sociedad blanca y pura, en lo que hoy se conoce como el “eje cafetero”, los cuales fueron en su momento el motor del labrado, siembra y conservación de la cultura del café, -tuvo- insisto, las groseras palabras a mi modo de ver de decirme que: “Ni el ñame es comida, Ni el Vallenato es Música, Ni el Costeño es Gente”. De este modo queda dicho y entre dicho cuáles son los valores, que nos mueven como pueblo, como cultura y como Estado Social de Derechos. Lo digo porque seguramente a más de uno le parecerá gracioso el apunte, que bien valen la pena ser analizados de forma más o menos coherente. Pues el ñame, así como la papa, el plátano, la yuca, el maíz, la malanga, o el frijol constituyen la base no solo de una región, para el caso Colombiano, sino que encarna el sentimiento por la tierra, y sin lugar a dudas por el origen de nuestra experiencia como Latinoamericanos, es decir, lo que comemos, bailamos y sentimos son el fruto de doscientos años de mestizaje.

De igual modo la música, para el caso del Vallenato, no es solo el repique de un tambor, o el solipsismo de una guacharaca, o el simple sonido de un acordeón, no es de ningún modo un monologo de una cultura atravesada por el sabor y el olor por la vida alegre, vital, eufórica o relajada, sino que en suma somos de algún modo un todo que entrecruza la belleza cultural del blanco, del negro africano, del indio, del Árabe, del europeo, en fin... ser Costeño es una cuestión de reconocimiento por el Otro, somos quizás la región donde todo aquel que respire nuestro propio aire, nuestra nostalgia, nuestro amor por lo lejano y lo cercano será siempre hijo del mar, del río, de la laguna, de la montaña, del indio padre y madre de todo el Continente Americano, nuestras riquezas a parte del ñame, el Vallenato, la yuca, el plátano, el pescado, es que somos y dejamos que el Otro sea en su propósito de ser no importa de que rincón o región del mundo sea, esa es nuestra mayor virtud, quizás cuando Levinas escribió Totalidad e Infinito, no supo que nosotros existíamos, porque a diferencia, del Otro como mi enemigo, nosotros tenemos el valor de decir, que el Otro es mi semejante, y por eso nos gustan las cosas simples como el ñame, el Ron, la hamaca, la casa de bahareque, o el viudo de pescado, es decir, somos y dejamos ser.

Heidegger tardo no se cuánto tiempo tratando de decir, en Ser y Tiempo, un tumulto de cosas, acerca de la otredad, el miedo, el terror, sobre la cuestión del ser ahí, el “Lebenswelt o mundo de la viada” que llaman. Para este personaje, en el lenguaje es donde yace y mora el Ser. Sin embargo hubo uno que de un sólo tajo escribió eso y mucho más, Juancho Polo Valencia en su composición Lucero espiritual, concibe los limites de la mundaneidad en remisión y en propósito del Otro, es decir, a diferencia de Heidegger, Valencia no ve en el Otro mi enemigo, pues, todo Ser y Tiempo es una apología a un racismo que terminó en los campos de concentración Nazi, aunque creo que estoy siendo demasiado generoso al decir, de Heidegger cosas tan importantes cuando quizás sus defensores sepan más que yo al respecto; sin embargo del uso de su lenguaje rebuscado, baste decir, que sirvió para perseguir y reafirmar el espíritu de lo europeo en la nobleza del Ario o blanco legitimo, y en la fealdad de todo aquello que oliera a judío, negro, etc. -tal vez- quizás cabía también por ahí el occidental amerindio; se concentró entonces todo un poder por la eliminación del Otro, ya sea racial, visual, verbal o directamente por el uso de las armas como sino de la puesta en marcha de la xenofobia que terminó en los hornos crematorios o las cámaras de gases, pues una cosa es que los judíos les guste el dinero, y otra muy distinta es, asumir que tienen que ser borrados del mapa, bajo el supuesto de la cuestión religiosa.

Y si el Costeño no es gente, entonces el arroz con coco, así coma la “mazamorra paisa” son simples esperpentos de la razón criolla, y la delicadeza de su cultura son el producto de un imaginario colectivo que nos enseñaron los eruditos de la internet o en la plaza pública cada vez que se festeja un reinado en todo el territorio nacional, así que a mi amigo manizalita, cuyo ojos azules lo acercan un poco más a lo divino que a lo terreno toca dejarlo cerca al Río Badillo, para que escuche un Rumor de Ranchería, y le construya a la mujer de sus sueños una Casa en el Aire, y le dedique una canción en la Ventana Marroncita, donde el jilguero de América le sirva de ruiseñor, y cuando los Tiempos de las cometas le sean propicios a su razón criolla, espero deje de estar como las gallinas echándole flores a las de abajo, pues, ni somos gallos de pelea y tampoco vivimos solo del aguardiente y el tabaco, pues, somos más que eso, somos un mar de sentimiento que todo lo volvemos poesía, es decir, -para que entienda- nos reafirmamos en el Vallenato y nos sentimos orgullosos de nuestro bastimento, del mismo modo no andamos soñando con caviar en plato hondo, pues, gracias a los Dioses Costeños tenemos el huevo de coroncoro, y hemos entendido desde muy niños que las burras son burras y los paisas son paisas, y con todo el respeto eso sí que usted se merece; !ojala¡ Todo fuera ñame y Vallenato.

lunes, 26 de diciembre de 2011

2011, FUKUSHIMA Y LA DIARREA DE LOS “INDIGNADOS”


El año que termina ha dado su brazo a torcer, un largo estadio de levantamientos sociales, guerras fallidas, de celebraciones y despropósitos globales, pues, “la primavera árabe” parece más bien el infierno árido del petroleo. El cuerpo mundial que lideran los países desarrollados está a punto de colapsar, el oro del mundo no es ya suficiente para que los remilgosos poderes del capitalismo cesen de acumular más riquezas para un par de banqueros y unas cuantas familias rancias como sus métodos de explotación. Sin embargo los pormenores de la academia no son suficientes para entender el desplome de sus teorías, las redes sociales han brindado sus frutos en un colectivo que busca identificarse y salir a las calles a protestar contra el uso y el abuso de los sistemas de poder, pero tales apariciones en la esfera de lo público como el caso de los “indignados”, no pasa de ser, eso, la diarrea de un puñado de mujeres y hombres que ladran al sistema que los oprime sin atreverse a soltar el hueso que los entretiene mientras sus babas son el elixir que nutre el jardín hegemónico-capitalista de todos los Rockefeller's que en medio de sus filantropías hecha para zombies juegan a los dados con las políticas globales en favor o en contra de un pueblo u otro.
Así que el 2011 trajo consigo los estragos de los reactores nucleares del Japón, los vientos de recesión de la comunidad europea, el aumento de los dispositivos de poder y control en medio oriente, pues, el petroleo después de la primera guerra mundial, sigue siendo el principal combustible para la invasión y extrapolación de culturas enteras. En este año los canales de televisión han hecho de las suyas con las consignas Mayas del fin del Mundo. Brujos, magos, hechiceros, adivinos, falsos videntes, gente de toda clase han predicho el hundimiento del sistema capitalista, pero aún así viven de los dividendos por tales prácticas, enfermedad o no, el mundo es cada vez más amplio, las fronteras se alejan cada vez más de un mundo posibilitado por el reconocimiento del Otro. Judíos, Árabes, Negros, Blancos, latinos, “sudacas” como nos dicen los gilipollas Españoles, todos comen y beben de la misma mierda destilada por los organismo de control social, político, militar y tecnológicos, pilar del nuevo tercer-latifundismo global donde todos conviven como ratas preñadas de miserias y desigualdades sociales. El futuro es apenas un forcejeo entre la “razón y la sin razón” como diría el mismísimo Don Cervantes.

El palo no está para cuchara diría mi abuela María Dolores Gales Posada, al parecer hija de un español que se vino dando tumbos hasta donde supuestamente el oro brillaba debajo de cualquier tronco por allá en al época donde aún el olor a indio enfermo, y trapos quemados era el pan de cada día, eran los tiempos de la guerra de los Mil días, donde el río Magdalena era la autopista selvática donde todos los europeos cagaban y meaban desde hacia rato todos los males del Estado Moderno, y los tiempos cien años después no han cambiado mucho, seguimos entregando el pedazo de Estado que tenemos a los mismos que nos ofrecen baratijas comerciales, acuerdos binacionales, TLC'S, pues, la rancia oligarquía se viste de paño y corbata para agradar a los blancos europeos ocultando su olor a tapa rabos, y de esa forma poder cerrar tratos con los murciélagos blancos que gozan de nuestra estupidez ideológica, vasalla, colonial y esclavista, para la muestra el último viaje del presidente Santos a la realeza inglesa. Nada más traído de los cabellos, que estos esperpentos que nos ha dado la madre patria como nuestros adalides, estrafalarios comerciantes de quina y caucho, poetas e ilustres centellas y rayos capaces de venderse por un té y una varita de incienso.
De cualquier modo hacia rato que no escribía en este espacio, pues, no tengo las dotes estilísticas de un tipo como Daniel Samper Ospina para hacerlo con tal frecuencia, supongo yo, que este Samper tendrá algo que ver con el Samper de la regeneración o degeneración de finales de mil ochocientos, hijos todos estos, y dueños de periódicos, revistas o pasquines, radio y televisión, los que por centurias viven y chupan la sangre del anoréxico Estado colombiano. El 2011 fue un año para el caso colombiano de tibios destapes de ollas podridas como los robos en el sistema de salud, en la contratación vial, en la sector educativo, etc, destapes que nos afecten finalmente el status quos de los mismos “pájaros, cachiporros, gamonales y finqueros” que década tras década suben al poder a dirigir los designios de la madre patria. Nadie nos rendirá cuenta sobre los estragos de Fukushima, ni por los estragos del medio ambiente, ni por los hambrunas del África, ni por los millones de peces muertos gracias a la contaminación de mares y ríos de la gran industria química y militar. En otras palabras espero de corazón que para el 2012 entre el diablo y escoja como va ser en definitiva el fin del mundo, pues, no creo que el hijo de Dios tenga las agallas de enfrentarse de nuevo a sus congéneres, pues ahora si que son peligrosos con armas de fuego letales y con el apoyo de medio mundo, los Judíos, no creo que estén dispuestos a dejar que alguien se declare su rey cuando ellos son los reyes del vasto imperio de las armas, las drogas, los bancos y la recetas nucleares que les permite ser en definitiva los herederos de este mundo, su mundo de tinieblas y profecías.
Por otro lado y para terminar, la musica, el arte, la tragedia, la visión de terror diez años después de la caída de las torres gemelas, el ayuno de los banqueros, no han sido suficientes para olvidar y volver siempre a rezar la novena, a comer tamal, tragar buñuelos y natilla, disfrazarse de papa Noel, a beber como cosacos y disparar sobre techos de lamina y cartón dejando a más de un lisiado producto del desenfreno de un país hecho para las armas y los pormenores de la guerra, donde aún resuenan en las selvas colombianas el asedio de las tropas tras los quelonios de la guerrilla de las FARC, que bien siguen siendo un buen negocio para los que viven de las armas y de las drogas, principalmente las familias de esmoquin y machete que se pasean por los salones del palacio presidencial, ideando cómo robar sin ensuciarse sus guantes blancos, dejando en el ambiente que todo lo malo que nos pasa, o es culpa del diablo, la guerrilla, o la mala suerte de no haber nacido para mear y beber en bacinillas de oro al igual que personajes como Berlusconi, o el maldito de George Bush. El 2011 fue un año estupendo, en definitiva, para todos aquellos que venden excremento ideologizado en cajillas mágicas como los celulares, televisores y los inventos dejados por el ultimo sabio de la vida: Steve Jobs.


jueves, 10 de noviembre de 2011

SOBRE NICANOR




Yo sé que las personas que leen este artículo son demasiado listas para creer que me levanté tarde esta mañana, que el bus se demoró una hora en pasar y se descompuso a mitad del camino, que tenía una calamidad doméstica y que mi perro se trago varias veces este artículo. Nada de eso, si no he escrito nada, es porque no se me ha dado la gana, o quitándole el dramatismo hiperbóreo, porque no podía –y no pude- escribir el artículo como quería. ¿por qué tanto misterio? Por Nicanor Parra.

Nicanor Parra es mi amigo, y lo puedo decir por dos razones, porque el ya sabe de mí y yo sé de él. Todo comenzó una noche en que me encontraba escribiendo un texto sobre Whitman (que próximamente publicaré) y al otro lado de la línea se encontraba un amigo, de esos que conocen mi pasión desmedida por el pensamiento de Nica, diciéndome: -Hermano, Parra va a saber de nosotros. No lo creí, y en una explicación barroca, todo tuvo sentido, el antipoeta iba a recibir un papelito firmado con el nombre de ambos en donde se le expresaba nuestro afecto en dos líneas. –A Nicanor le encanta eso. Le dijo una amiga personal del escritor que sería la comisionada para llevar el papel.

Por la emoción anterior, hoy levanto un estatuto sobre Parra: basta de aprovecharnos de la inocencia de este hombre de 9 décadas, basta de sacarle leche a su persona (no a sus escritos), basta de verle como un payaso que siempre tiene algo gracioso que decir –los poetas también ven el mar sin pensar nada sobre el mar- o inteligente que anotar sobre un tema común; que quede en el acta que cada escrito de él es una nueva empanada y no hay molde en tiendas de pastelería ni en fritanguerías; que le gusta la playa y quiere descansar, que ha estudiado juiciosamente y sus chistes nada tienen de prosaicos o de chistes, que le gustan las colegialas y el vino, que nunca recibió un Nobel por culpa de su amante sueca enfurecida; que amaba a Rulfo, que Neruda fue su padrino, que Huidobro lo embriagó y que Garcilaso y Rabelais son lecturas de su preferencia, que sabe hacer un soneto o un madrigal pero no lo anda alardeando, que la poesía venía en muletas y la dejó en silla de ruedas, que toda su ironía es la desnudez del pensamiento, que nunca utilizaría tantos que en un escrito, que es un anciano pródigo que pertenece con orgullo a la tribu, que cree en el lenguaje de ésta, que confundió el ser con el ente, que sólo creando mundos se consuela, que no ha aportado nada a la literatura actual, en cambio sí mucho a la teoría del movimiento y de la mecánica, que cada cosa que se dice de él nada tiene de fundamento sino en la palabra misma de él.

Y aquí nos quedaríamos mucho pero no quiero ser de esos escritores de blog que nos abruman con sus textos larguísimos, basta con reproducir un fragmento de un poema de Andrés Torres (modificado abusivamente por mí) que ilustra cómo me siento con la escritura de Don Nica:

"contesto el teléfono y me suena a Tristian
pero es daniel diciéndome proeta aunque me quiera (decir poeta)
y digo
y ella
y a él le suena a y ella
y también digo y su ella
y a él le suena a y su ella
entonces se calla y nos ponemos a llorar mientras decimos chistes"
Daniel García León.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS


Señor:

Que mis tormentos y mi vital aridez permanezcan junto a mí. Que mis demonios sea lo único que me habite y mi silencio lo que tenga por decir. No me restrinjas la posibilidad de mis propios desencuentros y condena en mí toda esperanza salvo la que me mantiene en pie. Permíteme la tranquilidad del instante desarticulado y la renuncia al acto mismo. Aviva en mí la chispa del desprendimiento y procúrame el don puro del no-hacer. Deja que la noche sea mi lugar y exprópiame del día, de la luz y sus destellos.

Que la soledad jamás me abandone y que mis heridas permanezcan abiertas. Concédeme el deseo de vivir en el hastío despojado de todo itinerario. Sácame de toda ruta, de todo proyecto y de todo por-venir, a no ser que sea alcanzar la frivolidad, ese estremecimiento voraz que procura el mundo. Permíteme cada noche mi propio escrutinio y no admitas que me llegue el alba sin la angustia que produce.

Señor, que me hunda en los confines de la no-ilusión y que el desengaño me atenace al punto de la asfixia. Que tu reflejo jamás penetre mi soledad. No me des fuerza ni animes mis pasos; no me auxilies ni me alejes de las ruinas. Exclúyeme de lo eterno, no necesito más que de lo efímero y execrable para debatirme con mis entrañas, para frecuentarme de cuando en cuando. Que mi estadía oscile entre la morona y el desgarro.

Que la fuerza del desposeído no me abandone. Que mi motivo para existir sea el mismo para dejar de ser: ninguno. Aleja de mí la tentación de cura y que mis ojos jamás se nublen. Que la pesadez del mundo y de mi propia existencia me sigan carcomiendo.

Amado Señor, que mi renuncia, abandono e inanidad sólo afecten a mí mismo, que mi desesperanza y podredumbre no alcance a los demás. Asegúrame el arte de fingir, de actuar, de la risa y el gesto amable (como hasta ahora), nadie más, aparte de mí tiene que soportar mi dolor. Pero no me dejes, Señor, sin mi sustento vital, porque si algo soy ha sido gracias a mis taras. Amén.

miércoles, 12 de octubre de 2011

LA ELIMINACIÓN DEL HOMBRE EN LA SOCIEDAD MORAL Y POSMORAL


En la actualidad parece que nos encaminamos a una manifestación ética completamente apolítica o antipolítica. La cultura del ahora, centrada en la satisfacción inconclusa de los placeres y las necesidades, deja de lado cualquier interés a posteriori. El desplazamiento del deber con un fin teleológico, por el deber de un individuo autónomo, centrado en un sujeto burgués desde el siglo XVIII ha sentado las bases para el modelo de individuo que de la mano con los factores y dinámicas económicas se ha venido constituyendo. Esa ética cuyo fin es el individuo humano, si bien es cierto, tiene una pretensión abstracta: lo humano, conduce no a lo que el filósofo alemán creyó. El proceso se invirtió y lo que era un fin se volvió un medio. ¿Qué factores incidieron en el cambio? ¿Cómo se desarrolló una pretensión universal de una ética que tenía como eje el individuo?
Ese individuo dentro del modelo democrático nacido en la modernidad constituye la esencia de los fenómenos actuales. El final del deber se dio hace mucho, los hombres de espíritu liberal trasladaron el deber de lugar. Es claro que tales hombres dieron forma a una república cuyo centro o núcleo es la economía y, ésta regula la forma como los individuos de una sociedad se manifiestan. La conducta, las costumbres, los hábitos son regulados por la economía. Los hombres hacen del mercado su lugar público, por ende son mercancías, oferentes y demandantes. En la sociedad actual el hombre juega ese papel tripartita. Por un lado es un objeto que satisface una necesidad, por otro, un agente que ofrece la satisfacción y, por último, quien satisface la necesidad al obtener el objeto.
De este modo, lo que tenemos es una ética del mercado. El deber se remite a una dinámica económica, donde la dialéctica que se despliega termina con una constante negación del hombre. Precisamente porque en ese sentido humano – racional del hombre, se excluye y se convierte a la mayoría en la palanca de Arquímedes que mueve el mundo de la mercancía, donde el hombre es una mercancía más. Lo anterior se da porque mientras la clase burgués construye una ética laica, donde el individuo liberal es su objetivo; el pueblo tiene una ética religiosa donde el objetivo es el más allá que la religión le plantea. En ese sentido los segundos sufren en este mundo para gozar en el otro, mientras que los primeros disfrutan de la seguridad de esta vida, usando al pueblo para la consecución de sus fines. ¿Existe en esta dialéctica una afirmación del esclavo en el amo?
Si antes el discurso moralizante era instaurado en la sociedad por la religión en las escuelas, o las universidades, ahora el papel moralizante se hace a partir de la pantalla. La publicidad es la forma de expansión de la nueva moral, que bajo el paradigma del individuo liberal universaliza una democracia del mercado. Lo que se tiene entonces es un mercado “democrático”. La relación política de los hombres es remplazada por una relación comercial, no en vano el surgimiento de contratos, letras de cambio y, toda una serie de documentos legales, que dan forma a un Estado burocrático, cuya función es el monopolio de la violencia y la administración legal de las relaciones económicas entre sus individuos. En pocas palabras, el Estado defiende la propiedad privada que es lo relevante en la ética del individuo racional moderno.
En este sentido, se da una relación moral doble. La lucha contra la inmoralidad del pueblo, tiene como fundamento introducirlo en la dinámica moral de la burguesía, la felicidad como discurso y el trabajo como forma de alcanzarlo, es el método que se usará para llevar a los hombres a la producción. De allí que las instituciones moralizantes en la secularización de la moral pasen de la promesa de salvación, a tener como objetivo la salubridad democrática. De esta forma, la salubridad democrática, construye un cuidado de sí, donde el cuerpo toma relevancia, ya que es no sólo una fuerza productiva sino también un mercado de consumo.
Al decir de Lipovetski, la sociedad del posdeber superficializa la realidad, los problemas sociales, incluso el mal cae en lo superficial gracias al espectáculo. El sujeto neoliberal enraizado en el individualismo liberal crea una cultura de la felicidad subjetiva. Afirma una democracia individual donde no hay cabida para la comunidad. La proliferación de lo sensacional, del espectáculo, del show, ficcionaliza los problemas, los reduce a diversión. Incluso una masacre, una invasión de un país a otro, es vista como una película que lo aleja de la realidad circundante del individuo feliz. De esta forma, los medios con sus shows y la publicidad legitiman la violencia de la sociedad posmoral.
¿Dónde queda la responsabilidad y la culpa en la sociedad posmoral? Un sujeto que se virtualiza en el mundo es lo que ha ido creciendo en los últimos tiempos. El sujeto neoliberal tiene una conciencia light, que se acomoda al interés de la acción, sin importar las consecuencias. Se desarrolla una superficialidad del mal, que posibilita procesos globalizantes donde la violencia se hace presente. ¿Era acaso esa la pretensión de la modernidad? ¿Es esa la subjetividad que un mercado político con origen en la burguesía moderna requiere y por lo tanto ha venido construyendo?

viernes, 30 de septiembre de 2011

LAS TORRES GEMELAS Y EL RUBOR PARA SEÑORAS

En días pasados se cumplieron los memorables diez años de la caída, o falso atentado “terrorista de las llamadas torres gemelas”, según los expertos, este es considerado el acontecimiento que cambio la historia del mundo. Seguramente si Schopenhauer estuviese vivo diría más o menos lo siguiente: “acaso este no es el mejor mundo de lo posibles”, luego reiría hasta que las ultimas pelusas de la filosofía caigan sobre las tumbas inéditas de los payasos sociales que murieron en Manhattan. Y cuando digo pelo, pelusas, crines, mechones, jirones, o hasta flecos o retazos del saber más antiguo me refiero quizás a los doctos filósofos que en su momento escupieron conceptos como engendros biliosos sobre lo que significaba para el mundo el hundimiento de uno de los tótems más emblemáticos del capitalismo: las dichosas torres; se queda entonces uno quieto para la foto. Entre ellos figuran por ejemplo, Derrida, Habermas, Negri, Chomsky, y todos los prosélitos de la identidad cultural de lo que yo llamo los cangrejos del Marxismo tardío.

En ese sentido la caída de las torres sólo es lo que en la Salsa se llama el jala, jala, o el coge que te alcanzo cuando el hombre y la mujer se disponen para el acto tedioso de la caída en una cama de esos santos lugares llamados moteles, hostales, residencias o posadas de paso. Es decir, que la nueva dinámica del conocimiento se ubica ahí en las postrimerías donde el “imperio” duerme y sueña con los huesos del dinosaurio llamado felizmente por Kant Razón Pura. Entonces según Morin el pensamiento se complejiza, se hace turrón de azuzar, se hegemoniza hasta llegar a las orillas de un océano lleno de seres enfermos, tuberculosos o fatigados por la espera de una nueva revelación religiosa o paranormal, es decir, nos hallamos frente a un primitivismo sicológico donde funcionamos con el garrote del fetiche y la propaganda.

Con la caída de las torres gemelas sólo se comprueba que demasiado concreto junto se torna peligroso para los rescatistas que quieren hacer bien su trabajo. Recuerdo que entonces los filósofos hablaron, los chinos pensaron en fabricar más juguetes, los Rusos rieron para sus adentro, los musulmanes abrieron espacios para una nueva cruz ideológica, los católicos rezaron, los talibanes comieron ese día retazos de la alfombra voladora que esconden para que los niños sigan soñando con un mundo mejor, hubo de todo, gritos, alaridos de bestias preñadas con un nuevo medicamento social llamado terrorismo, pero al final nadie sabe que pasó con la taquilla de los que pagaron por adelantado la subida al mirador de las dos torres. O qué pasó con el maquillaje de tantas oficinistas que ese día olvidaron sus bolsos, por salir a las carreras. Simplicidad o no, el mundo sigue igual, lleno de excremento social, de bacterias que abren las arterias globales de la miseria para que los aviones de la Otan o las tanquetas azules de la ONU, pongan sus huevos podridos en las heridas laceradas de la inmundicia tercermundista que trabaja por un dólar al día.

Desde ese día el mundo ya no es seguro, las ratas han dejado de pasarse por las letrinas de las grandes ciudades, ya sea por falta de interés o por puro amor a la soledad. Los filósofos bostezaron algunas nimiedades existenciales, aquel memorable día, algunos se encerraron en sus pesebreras, y luego rasguñaron como gatos artríticos el costal de desechos que esconden en sus casas, pues puede más la impúdica creencia en algo que mueve el espíritu absoluto a no creer que estamos en uno de los siete estómagos de Dios. A razón de tanta adrenalina cosmética para los ociosos de los medios de comunicación, los norteamericanos tuvieron un nuevo culo, o ano que llaman por donde segregan estrategias estelares como la captura de Osama Bin Laden, o la guerra contra Libios, Afganos, Iraquíes, Iraníes y contra todo aquello que les resulte rubor para señoras y maquillaje para señoritas, es lo que finalmente constituye el hacer de la filosofía actual. Una filosofía de energúmenos que se estiran como perros viejos cuando el hueso que les produce babas y jadeos los deja sin dientes y sin aliento.

Podríamos inventariar las estrategias que han surgido desde entonces, o sea con la caída de las torres, estrategias para mantener sudorosos y complejizados a todos lo idiotas que giran las astas de la economía global. Como el mundo es menos seguro desde entonces las flatulencias de la economía conmueven más al mundo que las hambrunas de Somalia, Etiopía, Kenya y Djibout, o la guerra sistemática que imponen los Estados fuertes para que los recursos mineros sigan moviendo sus trituradoras humanas. Con la caída de las torres hasta el diablo saco su viejo rostro para asustar a los incautos, y para colmo los tripulantes de un platillo volador no escatimaron lo novedoso del asunto que seguramente tomaron un par de fotos del fenómeno para contarle a quién sabe quién como se hace filosofía e historia con unos cuantos galones de gasolina y un montón de chatarra. Por consiguiente en diez años de relinchos y bostezos los milagros en materia de la dignidad humana están a la espera de un meteorito que ponga en jaque a la filosofía de nuevo .

martes, 13 de septiembre de 2011

CURSO: LOS PODERES DE LA SEDUCCIÓN. LA SEDUCCIÓN EN LA POLÍTICA Y EN LA VIDA


Conferencista invitada: Claudia Fernanda Barrera Castañeda (Abogada, filósofa de la Universidad Nacional de Colombia, Doctora en filosofía de la Universidad de Paris VIII, Francia).
Fecha y duración: Del Lunes 26 de septiembre al jueves 29 de septiembre
Horario:  6 p.m a 9 p.m
Lugar: Unidad Camilo Torres – Bloque 10 – Salón 802
  • Objetivo del seminario:
Mostrar el contenido de los poderes de la seducción para fundamentar en la atracción una nueva subjetividad en donde la estética pueda generar una ética para la vida, lejos de las concepciones de  manipulación y engaño donde la seducción ha sido analizada.
  • Metodología:
Se presentará la investigación sobre los poderes de la seducción desde una dimensión discursiva de fuentes y de referentes en diferentes áreas de la cultura y la interdisciplinariedad. Los participantes analizarán las temáticas, formularán preguntas y  generarán discusiones en torno a  las temáticas analizadas desde el contexto de las disciplinas de su interés.
  • Temas del seminario:
Primer día:
I. Pensar por sí mismo, hablar en nombre propio.
  1. La investigación como creadora y productora de saber y de vida para el quehacer político.
  2. Pedagogía de la autonomía desde la perspectiva de René Schérer y metodología de la investigación para la producción creativa.
II. Situación sobre el fundamento de la estética en la filosofía contemporánea:
  1. Sobre la estética y la ética como fundamentos de una nueva concepción de la seducción.
  2. La estética y el deseo frente a la seducción.
  3. Seducción y estética desde para el  pensamiento individual y político desde la filosofía de Nietzsche y de Gaston Bachelard.
  4. Nociones y conceptos que consolidan la investigación como eje de una nueva orientación acerca de la seducción.
Segundo día:
III. La modernidad frente al mito.
  1. Qué es “La razón vidente” y “la razón demostrativa”: Divergencias entre distintas corrientes filosóficas y sus consecuencias en la historia de la filosofía.
  2. La modernidad y su herencia en la filosofía contemporánea. En dónde situar nuestro contexto cultural y social.
  3. La mitología, la literatura y el arte como fuentes culturales para el pensamiento político.
  4. “Las fuerzas no-lógicas” (mito, poética, religión y pasión) son inspiradoras de un nuevo imaginario. Por qué hablar de la imaginación dentro del contexto de la racionalidad.
IV. Configuración de un nuevo imaginario.
  1. ¿Para qué y por qué configurar un nuevo imaginario? (fuentes psicofisiológicas desde Nietzsche hasta Gaston Bachelard).
  2. La función de “la significación” y de “la expresividad” en el campo filosófico para la comprensión de los poderes de la seducción.
  3. Apertura para la configuración de una nueva subjetividad desde el imaginario a partir de la filosofía de Nietzsche.
Tercer Día:
V. Estética y Seducción.
  1. El aporte de la estética en el pensamiento
  2. Eros y deseo para la creación de una nueva organizadora, creadora de vida a partir de la seducción.
  3. La seducción como fuerza creadora de deseo contra la seducción de la sociedad de consumo.
  4. Un análisis de la seducción que se apropia de las conciencias para el consumo.
VI. Génesis del pensamiento intuitivo de la seducción.
  1. Tradición filosófica para pensar la seducción como estética del pensamiento.
  2. Las aproximaciones universales y las implicaciones ontológicas que contiene la seducción.
  3. ¿Por qué pensar la seducción desde una perspectiva universal?
  4. Conceptos que configuran el pensamiento sobre el tema de la seducción:
4.1 El “ser-atraído” una nueva comprensión ontológica frente a la modernidad.
4.2 Imaginación e imagen.
4.3 El papel del espíritu y del alma en la atracción.
4.4 Mito, religión y poética desde la seducción para una concepción política.
5. La intuición y su papel en la creación de la estética de la seducción.
Cuarto Día:
VII. Seducción y la estética.
  1. La psicología y la física  come fuerzas atractivas en la seducción.
  2. Las fuerzas atractivas y repulsivas en el cosmos.
2.1 El actuar y la contemplación en la seducción.
2.2 La materia del ser-atraído y la energía ondulatoria rítmica.
2.3 La energía espiritual y el sonido del silencio para el ser-atraído.
VIII. Los fenómenos de la seducción.
  1. El amor y el erotismo
  2. El amor en la antigüedad y el amor cristiano.
  3. El amor-pasión.
  4. El deseo.
  5. La perversión.
  6. La política y la retórica.
XIX. Nueva razón estética desde la seducción
  1. La nueva razón estética.
1.1 Fundamentos de la razón estética desde la seducción.
1.2 El imaginario de la función estetisante.
2. El sentido extra-moral de la seducción y su nueva comprensión en el universo de la estética y de la ética.
X. Conclusiones del Seminario.
Información y Contacto:
IECO: 3165000 ext 10596
TEL:  2571684 - 7597751
CEL:  3176480063

domingo, 4 de septiembre de 2011

EL JOVEN MARX, JUSTIN BIEBER Y LOS PERROS DE CRÍA…



Para todos los iniciados en los vericuetos de la razón como voluntad o como esperpento de los ciclos históricos, la sociedad siempre tendrá dentro de sus entrañas cierta cantidad suficiente de veneno cosmológico para decir, “que este es el mejor mundo de los posibles”, sin embargo toda sociedad no importa su modelo político, social, religioso, será como el fetiche imaginario y colectivizante donde el papel de la moda juega un papel importante, y digo que será porque no hay mucho de donde agarrarse, pues, porque esos son nuestros idearios globales, estar siempre a la orden del día para construir nuevos hormigueros donde todos puedan curar sus heridas históricas.


De ahí que la sociedad siempre parirá a sus hijos más ilustres, cuyas cabezas son capaces de concebir un mejor mundo para todos. Empecemos diciendo que el joven Marx fue una de esas cabezas, donde se fraguó el comunismo, el socialismos, el capitalismo y todo los ismos posibles, para él todo era mercancía, fetiche, explotación, producción en masa de chucherías que liberan al espíritu de sus ataduras primitivas como andar a pie, el de no poder volar, arar la tierra, vivir todos juntos pero separados por inmuebles y masas de concretos. Así el joven Marx escribió un par de libracos a veces interesantes, a veces soterrados, como todo lo luterano y judío. Los cuales [los libracos] son más que formulas semíticas de la pata sola o la llorona loca, pues, en la filosofía alemana lo que sirve de filosofía es precisamente lo que no se come como filosofía, o sea, la cerveza y la música clásica.

Continuando con el ideario alemán, es paso obligado enredarnos con Goethe y su joven Werther, una mezcla azufrosa de la sociedad en todo caso europea, donde las pléyades de la filosofía, la política, la religión y el teatro, así como la música son el ocaso de una sociedad esclava de sus pasiones. Pero de todos modos ahí estaban esas cabezas frías y turbias a la vez para confrontar al diablo con el diablo mismo, y a Dios con el anticristo de la razón llamado el joven Nietzsche, un veneno que nutria el alma de un cadáver social de la moda afrancesada que llegaba por todas partes después de la revolución francesa. Eran pues, suficiente palos y cuchillos para acorralar a más de un aséptico holandés o español. Eran los tiempos donde el fundamento histórico-nacional-político-filosófico-musical-literario y teatral, abría las piernas de una Rusia frígida que se negaba a sentir el vértigo de la moda latinizada de la propaganda como sistema hegemonizante y perspicaz.
Para terminar con lo alemán y empezar a darle sentido a este escrito, no podemos dejar por fuera al Joven Mozart, otro pimpollo más blando que los anteriores, menos propenso a la histeria colectiva, aunque estuvo menos envuelto en los temblores subjetivos de la política y la sagacidad del idealismo alemán, pues, se dedicó al vagabundeo, las drogas, y los rituales masónicos, así como a los titubeos de la música pastoril convertida en una especie de salmo pangermánico. Su entrecruzamiento social por la explotación a temprana edad, la desarrolló su padre, un viejo avaro menos ilustrado que Kant, pero tan bilioso como este. Familias que ven en sus retoños toda clase de insumos: oro, cobre, plata, hierro, casas, carros, o barcos, lo anterior para significar la explotación infantil que ahora es moda y sustento de grandes capitales.
Los tiempos son distintos, ahora ya no existen creadores de imaginarios como la revolución, el cambio, el clasismo, el idealismo, la política, la igualdad, la fraternidad o la libertad, ahora son todos sueños cazurros de la sociedad capitalista, del leviatán hobbesiano, el anticristo de los creyentes en la resurrección de los muertos y el juicio de los endemoniados que configuran el molde de los niños prodigio de la actualidad. El Joven Justin Bieber, la jovencita Selena Gómez, ambos exponentes de un rechinar de dientes llamado Rock Pop, o el pibe Leonel Ángel Coira, escuchen esto, vendido a los avaros del Real Madrid, donde será engordado hasta que esté a punto y listo a cagar billetes como una forma de bufonería silenciosa, desde luego para que los reyes de España beban y meen subjuntivamente en las bacinillas hechas con el oro de nuestro antepasados. Decía que son los prodigios mientras la moda los imponga, así no sepan quien escribió las sendas obras del pensamiento universal como el Quijote o Cien años de Soledad.
El Joven Bieber es un pequeño gánster del imperio como suelen decir los mamertos, ha tenido la fortuna de amasar una riqueza, que nada tiene de ideológica o vanguardista, revolucionarias o de cambio, es decir, que ni Engels con todos los derechos del Capital de Marx logró al menos unas de las casitas del joven Justin. Bieber es un simple animal que escupe una seria de códigos comerciales, al punto que las jovencitas desgarran sus velos de la ignorancia pretendiendo atrapar en un instante el influjo de las monerías del simio blanco en una especie de histeria colectiva, desde la Patagonia hasta las cuevas del Himalaya. Este joven, a diferencia de los idealistas alemanes, mueve los molinos de la industria de lo desechable, discos, fotos, camisetas, relojes, videos, podríamos decir sin temor a equivocarnos que es el súcubo de las redes sociales, mitad hombre mitad mujer, es el prototipo de adefesio que no llega al rango de fauno, pero aún así hace que medio planeta se sepa de memoria sus insulsas canciones, cosas del mercado que llaman, tremendo Adonis que sacaría al pobre de Sócrates de los bacanales en brazos del Cármides.
Nada ha cambiado desde Marx, Goethe y Mozart, quizás las ridiculeces escritas por otros cabezotas que afilan sus uñas como gatos y entierran sus mandíbulas en las frágiles memorias globales como un salvamento a la decadencia absoluta del hombre que besa las estrellas en las hacinadas calles neoyorquinas de la quinta avenida, no como un acto de soberanía de sus labios deseosos de pan, en agradecimiento a la madre tierra, sino como un bricolaje de sensaciones que produce el cemento y el ruido de los carros en las grandes avenidas del mundo, al saber que por allí las musas y los dioses de la actuación arrastraron sus patas sagradas.
Para terminar todos estos nuevos niños genios son vendidos como cachorros babeantes frente a las cámaras de televisión, quienes sirven de estimulo para que los drogadictos de pañales, de champuses, de papel higiénico, de leche saborizada que hace crecer hasta un pigmeo, y cuanto chopo social existe, son finalmente los nuevos adalides de una sociedad corrupta y enferma, que explota como vietnamitas o chinos comunistas hasta el último suspiro a sus congéneres, a sazón de que son el ejemplo de una sociedad que fornica con los falos publicitarios de la moda y la riqueza fácil, siempre y cuando las putas sean putas y las modelos de pasarela posen para la revista playboy, y todo con el único ideal liberal de aumentar las ventas a la gran industria de lo desechable. Esos son nuestros jóvenes, los líderes que salvaran al planeta de la catástrofe total, simples espantapájaros que calman el hambre de madres cabeza de familia que hacen que sus hijos canten aunque no canten, o de padres llenos del veneno económico porque la virtud y la felicidad son el sello del nuevo: levántate Lázaro.

miércoles, 24 de agosto de 2011

LA CONCIENCIA POLÍTICA DEL AUTOR



En la historia del hombre una de las formas que posee para manifestar su experiencia con el mundo, la naturaleza y consigo mismo es el arte. Éste le permite expresarse, decir, aquello que no se puede expresar de manera directa sobre todo de la realidad política o social en la cual se encuentra sumergido. El arte ha sido y es considerado como una forma de engaño en el cual el mundo es tergiversado, debido a que se le ha dado todo un hemisferio simbólico. Entonces el arte parece oponerse a la idea de verdad, en este sentido tiene sus grandes opositores y el artista ha caído en esa dinámica permitiendo que su producto caiga en el sustrato de lo superfluo y lo engañoso.

El pensamiento del autor está en su obra, eso quiere decir que en ella está la forma como éste percibe, entiende y comprende el mundo para proponer sobre esa comprensión un juicio que es la esencia del arte en lo que a su manifestación política o su compromiso político respecta. No debemos olvidar que el arte al igual que lo político es público, para que la obra exista ha de ser vista, no existe un arte privado. De allí, que el arte es una manifestación política donde el hombre piensa el mundo y todo lo que le rodea, aprehendiéndolo en el decir. ¿Es entonces el decir lo que produce el autor? ¿La obra es un decir metafórico que plantea desde lo simbólico una realidad que no está o se ha pensado? ¿El autor produce la realidad fáctica o la realidad posible?

El hombre se dedique a lo que se dedique está sumergido en un contexto que él construye y lo construye, está determinado dentro de lo social por unas relaciones sociales dadas a partir de la producción. Ese estar determinado por un constructo social que siendo producto propio lo termina determinando por una serie de fenómenos o instituciones en una relación de poder encaminadas a mantenerlo sumergido en una realidad construida que por medio del discurso de otras disciplinas le hacen ver como necesarias o como verdad, es lo que hace que el autor por medio de la obra sea un revolucionario. Como dice Benjamín, no se dedique a informar sino a luchar.

Entonces el arte es lucha y, lo es sólo en la medida en que el autor ha tomado conciencia de su estado y del estado de las cosas, a partir de allí, su obra es una propuesta política, una denuncia. ¿En eso recae el compromiso político, la calidad y la tendencia de la obra? ¿Crear una conciencia colectiva es el producto del autor? ¿Pero, esa conciencia colectiva se produce en la obra y no en el mundo exterior? El arte parece presentar el momento histórico en el cual se desarrolla, es decir pertenece a un tiempo y lugar determinado. Obsérvese que hemos dicho presentar y no representar, lo que implica que en el arte lo que hay es la realidad dicha pro otro medio: el juicio. La producción artística está de esta manera anclada en las esferas sociales de lo vivo, en las cotidianidades de los hombres.

Ese anclaje en lo social es lo que le permite al autor llevar su pensamiento individual a convertirse en un pensamiento colectivo, a través de la publicidad de la obra donde los espectadores de la misma se encuentran ante un juicio que les pertenece. ¿La conciencia que se produce es entonces llevar al reconocimiento de aquello que a los individuos los afecta? ¿El papel político del arte es guiar hacia ese reconocimiento que genere una conciencia sobre los fenómenos que dominan las relaciones de poder y generar una conciencia de lucha? ¿Qué es la lucha en este aspecto, sobre todo si se busca llevar la deshumanización de lo social a lo humano a través del arte?

Lo anterior deja ver, que el autor no es distante ni ajeno a quienes comparten con él el mundo, sólo en esa medida su pensar no es distante, es cercano. El problema es que el autor se aísla de la realidad, se considera un mensajero, un mesías que hace de su juicio una profecía. Esto ocurre cuando cae en ese discurso que lo dibuja como un ser superior, lo que hace que su decir pierda la validez de la experiencia y termine siendo superfluo. Esa superfluidad del decir del autor es una forma de desacreditar su pensar, contra esa invalidación de su producto es lo primero que debe luchar el autor. Así éste puede tomar conciencia de su ser político para asumir la responsabilidad que esa conciencia implica. El primer producto del autor es la producción de su ser político, su estar en el mundo y con el mundo.

De esta forma la solidaridad del autor con los hombres se hace perceptible precisamente porque en esa conciencia política, el autor se acerca a los hombres en el pensar la sociedad y los fenómenos sociales que los mantienen en estados deshumanizados. El paso de la violencia que es inherente a lo social, a la pacificación que contiene el arte se convierte en el fin del producto del autor. Las relaciones de poder que se da en lo social, se transforma en una relación de producción creadora, no de construcción. Transformar los espacios públicos en espacios de juicio, de decir, es lo que dará al autor un status de productor político, es decir, de compromiso con los demás. ¿Es así como el arte es acción que produce lo político? ¿El autor es un actor que se hace producto desde su decir? ¿La conciencia particular se transforma en conciencia general en la solidaridad política, solidaridad que no se despliega en lo social?