domingo, 8 de agosto de 2010

SI LES CONTARA TODO


Esta frase que se encuentra en un mural en la carrera séptima entre calle 66 y 67, nos lleva a plantearnos o mejor a decir algunas cosas con respecto a lo que se muestra en la pintura.
El intento de plasmar la historia de nuestro país, donde lo que prevalece es la aparición de la violencia y el sometimiento de los indígenas en nuestro territorio, en medio de una fauna y flora que se agota en medio del progreso, nos lleva a preguntarnos por el sentido de la independencia que algunas veces le damos la denominación de libertad.
Si les contar todo… deja en el ambiente la sensación de silencio que nos ha cobijado en nuestra historia política y republicana (será que somos una república), esa voz callada que guarda en la memoria los fragmentos de pasado que nos permitirían comprender nuestro presente, no aparece en los escritos que tanto estudian y veneran los historiadores académicos, que postrados como ancianos decrépitos defienden con un espíritu conservador los sucesos y acontecimientos que nos llevan a creer como verdad.
No nos han contado todo. Y esto es lo que nos hace un pueblo sin identidad y nos imposibilita la creación de una identidad que permita proyectarnos como pueblo. Ahora asistimos a una serie de obras literarias donde el tema central es la violencia, el narcotráfico y con ella una sociedad carente de valores. Pues bien, si esto es un elemento común en nuestra historia debemos decir que la violencia es el elemento común, nuestra identidad. Somos un pueblo violento.
Hemos construido lo que denominamos país desde la violencia y con ella todas las características que poseemos. Por eso nos difícil entender porque somos ilegales, por qué matamos a diestra y siniestra, por qué robamos, secuestramos, somos corruptos y, lo peor un pueblo arrodillado, un pueblo mediocre, lastimero y limosnero.
No hemos logrado ninguna independencia, esa es una tarea que debemos enfrentar, no somos libres precisamente porque no sabemos que es eso. Si alguien supo lo que es la libertad fue Benko, el negro que una noche decidió huir de sus amos, sin ninguna promesa, arrojándose a la incertidumbre que significa la libertad, donde se halló de frente con el abismo que la libertad proporciona. Precisamente allí, se constituyó en un ser libre para después construir un espacio para su libertad y la libertad de quienes lo acompañaron, con la única esperanza que sus descendientes fueran libres.
Los negros son los únicos que saben lo que es ser libre, la libertad tiene olor y colores negros. Hay que buscar fuentes distintas, las voces que no se escuchan para dar un giro a este destino inexorable que nos lleva de culo para el barranco. Es necesario no creer a ciegas a los viejos ratones de la historia que maquillan a los asesinos como héroes, a los corruptos como patriotas, a los idiotas como defensores de la patria y, a los limosneros como ciudadanos ejemplares. Ya está bueno de ese espíritu decadente, de la pusilanimidad que nos ha acompañado. Desafortunadamente en este país no se puede contar todo, a no ser que estés desahuciado y la muerte te parezca muy lejana y no tengas el valor de poner fin a tu vida, sólo así cuéntalo todo y otro te hará el favor.
Para terminar, me pregunto: ¿cómo es posible que el día que se celebra con bombos y platillos la independencia y la libertad, hagamos un despliegue de los instrumentos del Estado que oprimen y coercionan a los ciudadanos? SI LES CONTARA TODO.

1 comentario:

  1. Si les contara todo, es de algún modo la vieja tentativa de la serpiente que se enrosca, y deja sobre si su cabeza para morder... al animal milenario que se ha convertido en bestia de concreto y carne de metal.

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